Ajedrez de pesamientos

Cada vez que quiero hacer algo, se me ocurren tantas más por hacer, y siento que me faltan horas, para realizar todas aquellas cosas que pasan por mi mente. Pienso más rápido que lo que reacciono.
Es algo loco, porque hay ocasiones en que mis acciones las hago sin pensar, o será que las pienso, las realizo, pero no pienso las consecuencias.
Creo, que ahí va el problema, que uno hace cosas sin pensar las consecuencias y luego, has llegado tan al fondo, que llega la hora en que debes tomar una drástica decisión, sin embargo hay algo en ti, que te dice que si lo hiciste por algo fue, y que debes llegar hasta el final, asumiendo lo que sea. La mayoría de las veces he optado por esta última, pero de aquellas que he decidido escapar, no me arrepiento. Dicen por ahí que quien no se arrepiente, es más feliz. Pero, ¿qué pasa, sí yo no me arrepiento de haberme arrepentido de mi decisión?, es algo confuso, sin embargo, suele suceder. ¿Se podrá justificar con el dicho, "más vale tarde, que nunca"?, aunque hay cosas en la vida que si las colocas dentro de ese dicho, dices, ojalá hubiese sido nunca.

No hay comentarios: